Según un reciente estudio de la organización Foreign Policy Institute, uno de cada cinco negocios pequeños en Estados Unidos es de origen inmigrante y, la mayoría, son mexicanos.
Este estudio empezó a desarrollarse a partir de un censo en el 2010, el cual además indicó que luego de los mexicanos le siguen negocios con orígenes indios, coreanos, cubanos y chinos.
De igual forma, arrojó que el 39% de los restaurantes con menos de 100 empleados que hay en Norteamérica pertenece a inmigrantes. Seguidos por los negocios de alimentos (49%), las lavanderías (54%) y los pequeños emprendimientos de diseños de sistemas informáticos (20%).
David Dyssegaard Kallick, autor del informe, dijo que “los inmigrantes desempeñan un papel particularmente importante en los tipos de negocios que llevan a la gente a las áreas céntricas y ayudan a animar a los barrios”.
Otro dato sorprendente es que las mujeres inmigrantes tienen una mayor tendencia a iniciar sus propios negocios por encima de las estadounidenses.
No nos queda duda de que los latinos tienen un talento nato para emprender e idear nuevas estrategias de negocios que, acompañadas de su optimismo y perseverancia, resultan sumamente atractivas para los estadounidenses.
