Foto: Getty Images
El pasado lunes 20 de noviembre, el presidente Donald Trump anunció el fin del Estatus de Protección Temporal (TPS) para los haitianos y dio un margen de 18 meses a sus 58706 beneficiarios para que o bien regresen a su país o busquen alguna otra alternativa.
Esta decisión llega tan solo dos semanas después del anuncio que también suspende el TPS para más de cinco mil nicaragüenses que hacen vida en Estados Unidos, a quienes, en cambio, les dio 12 meses.
El TPS es un programa migratorio que inició en 1990 para ayudar a aquellas personas provenientes de países afectados por conflictos bélicos o desastres naturales.
Desde entonces, sus beneficiarios habían gozado de una renovación casi automática por períodos de 18 meses, hasta que Trump decidió reevaluar las condiciones que justifican al programa.
En el caso de Haití, el programa se extiende luego del trágico terremoto del año 2010 que dejó un saldo de al menos 300 mil fallecidos.
Foto: Mónica Uszerowicz
Sin embargo, este lunes, el Departamento de Seguridad Nacional afirmó que “las condiciones extraordinarias pero temporales causadas por el terremoto de 2010, ya no existen”.
Afirma además que, desde el terremoto, el número de personas desplazadas ha descendido un 97%, se han tomado pasos significativos para mejorar la calidad de vida de los haitianos y, por ende, ya se encuentra en condiciones de recibir a estos ciudadanos de vuelta.
Luego de poner fin al TPS de Nicaragua, el Departamento de Seguridad Nacional también anunció una prórroga de 6 meses para Honduras, pero no descartó también pueda llegar a su fin.
Sin embargo, falta tomar otra decisión en enero: extender o finalizar el TPS para El Salvador, país que posee mayor cantidad de personas protegidas por este estatus, con 263.282 beneficiarios.
